miércoles, 8 de enero de 2014

Guía.

Guías
La tranquilidad siempre ha sido cosa de presiones. Trabajada y cultivada como las desviaciones. Cuando quieres que un árbol crezca recto, le pones otro de guía, y así, una plantita en principio torcida, se desarrolla con escuadra y cartabón dándole la espalda a sus instintos más salvajes. Así, puede decirse que paso los días. Con escuadra y cartabón, y, supongo que hoy ha reventado la cuerda que me mantenía erguida separándome de mi palo guía, de una rectitud forzada, y quiero gritar y destrozar cosas, tal vez llorar hasta deshacer esta impotencia vital que con minuciosidad me empeño en recoger… 
Hoy no. La cuerda ha cedido a las presiones de lo cotidiano, de su amargura, a los problemas, a las personas. Hay infinidad de cosas que no soporto, reprimidas cuál vómitos inoportunos que producen sepsis colapsando entrañas. entrañas que atadas, hechas amasijos, oscilan, bailan alrededor de unos nudos de emergencia que las mantienen en su sitio. Hoy odio. Odio al padre alcohólico. Odio a la muerte en ciernes. Odio a la madre ausente, a la no ausente que no quiere un nosotras, precisamente por ser nosotras. Odio los agobios que producen los juzgados ¿por qué? Porque no los entiendo. Odio el dejar hacer, dejar pasar. El vuelva usted mañana, mañana porque hay tiempo, mañana. Odio el hoy que no te apremia sonrisas sino pesadumbre por lo que vendrá.  Odio las prisas que no son prisas, su incomprensión. Odio pensar que mis deseos son presiones. Odio pensar que tú no quieres, que no lo quieres como yo.

1 comentario:

  1. No hay nada malo en sentirse mal de vez en cuando. Es natural y le pasa a todo el mundo. Es sano pasar un mal rato de estos de "retorcerse" un poco fuera de la guía, aunque sea desagradable.

    De todas formas, creo que tampoco hay que perder de vista las cosas buenas. A veces tenemos cierta tendencia a fijarnos sólo en lo que va mal o lo que no es como nos gustaría, y se nos olvida prestar atención a todas las cosas buenas que tenemos (y, cuando las encuentras, resulta que son sorprendentemente abundantes). :)

    P. d. Me entran ganas de volver a enlazar a los Monty Python. ;D

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